jueves, noviembre 08, 2007

Entre recibir una jodida bala en la cabeza o que se te incruste en el jodido corazón... ¿qué elegirías?
La elección no es fácil. ¿Salvar qué? ¿Los pensamientos o los sentimientos? Ser egoísta o pensar en los demás.
Si tus pensamientos son brillantes quizás, y sólo quizás, podrían ayudar a hacer mejor el mundo. Imagínate que has ideado una nueva teoría de la relatividad (el triunfo en una relación sexual es relativo, relativo dependiendo de quién valore la actuación bajo las sábanas, o tú o la zorra de turno).
Pero tus emociones y sentimientos sólo te sirven a ti. Nadie se podrá beneficiar de ellos, porque todos sentimos de forma distinta. A lo más que pueden llevar es a confundir más a alguien con sentimientos parecidos (pero nunca iguales). Y eso se hace con los sentimientos... menuda chorrada. Si a cualquier cosa llaman arte hoy en día.
Así pues, si tuvieses que recibir un jodido balazo en la puta cabezota o que se te clave la bala en el mugriento corazón... ¿qué elegirías?
Te puedo contar lo que haría yo: o todo o nada. O se joden las dos o ninguna. Es que no me gusta separar mi parte izquierda de mi derecha, aunque alguna vez se vayan cada una de vacaciones por su lado. Será que soy un puto egoísta.