miércoles, febrero 27, 2008

Me relamo en mis vicios.
Cansado de tanta mierda escapo como un animal hambriento
y me refugio entre aquellos que nunca duermen.
Volví a la Kripta en busca de un desahogo
intentando despejar mi cabeza
y viciarla a la vez con algo distinto y especial.
Algo que me me haga sentir libre.
Allí entre cerveza y cerveza encontré la llave que habría la puta cerradura que tantos años se me había resistido. Ya sé cómo continuar esa historia que se me hizo imposible. Por fin ya sé cómo seguir el camino de baldosas amarillas sin quedarme dormido en cualquier esquina.
Entre cerveza y cerveza me vino la respuesta ansiada.