martes, marzo 25, 2008

Estamos aquí para luchar contra el tiempo, contra el destino y contra nosotros mismos en pos de un fin superior: nuestro egoísta bienestar personal.
Raras veces cambiamos ese fin por otro: compartir nuestro egoísta bienestar personal con alguien que brille como una estrella en la oscuridad.
Y cuando eso sucede... es de las pocas emociones que nos quedan por las que aún merece la pena sangrar.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Al final no eres menos romántico y sensiblero que yo. Brindaremos por todo lo que somos, coño!

8:12 p. m.  

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