miércoles, abril 09, 2008

Rompiendo los brazos de mi ángel,

ése que intenta agarrarme

tan fuerte...

Ahora entiendo tantas cosas,

cómo se dejó llevar mi abuelo.

Ahora entiendo

que soy demasiado humano,

como él,

que hay un demonio que nos controla

y que nos dejamos atrapar por él

con la esperanza de que alguien nos capte.

Ahora lucho cada día

contra la pereza, el tedio y el alcohol,

si me dejase llevar, si me dejase llevar...

Recuerdo a lo lejos un rayo de luz,

a lo lejos en el tiempo,

en ese pasado que disfruté,

y ahora tengo mi alma encadenada

después de todo lo pasado,

después de tantas cadenas y condenas.

Las joías se repiten

una y otra vez,

una y otra vez.